jueves, 21 de octubre de 2010

Arbolado de la dehesa

La dehesa es un ecosistema de creación humana a partir del bosque de encinas primitivas, aclarando los árboles y controlando el estrato arbustivo para que se estabilice el pastizal. En este medio semi-natural los árboles se desarrollan mejor y dan más frutos, y la hierba, al haberse incrementado la radiación solar sobre el suelo como consecuencia del aclareo del arbolado y no tener competencia con los arbustos, aumenta su presencia y mejora en su composición. El pasto es aprovechado por la ganadería. Se trata, pues, de una formación forestal inestable mantenida gracias a la continua intervención humana.
La dehesa se compone de un estrato arbóreo, formado por vegetación xerófila esclerófila, en donde predomina la encina sobre el alcornoque . Además, en función de las condiciones climáticas del lugar, podemos encontrar, entre muchas otras, especies como el quejigo, el roble melojo, la coscoja, el enebro, el algarrobo, el aceuche, etc.
El arbolado es el responsable de la creación y conservación de unas condiciones edáficas adecuadas, así como de la extracción profunda de nutrientes y agua que, de otra forma, serían inaccesibles para el pastizal. También es responsable de la creación de pequeñas islas climáticas donde queda atenuada la radiación solar, se amortiguan las diferencias térmicas, disminuye la fuerza del viento y se regula la erosión del suelo.

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